martes, 23 de octubre de 2012

La Tuba



La tuba es el mayor de los instrumentos de viento-metal y sus antecesores son el serpentón y el oficleido. Es uno de los instrumentos más recientemente añadidos a la orquesta sinfónica moderna, aparecido en 1835 con Wilhelm Wieprecht y Johann Gottfried Moritz, sustituyendo al oficleido del siglo XVIII. El sonido se produce gracias a la vibración de los labios del intérprete en la parte denominada boquilla a partir de la columna del aire (flujo del aire). La primera vez que se utilizó la tuba moderna en una orquesta sinfónica fue en El anillo de los nibelungos de Richard Wagner.




                                                                     El serpentón



                                                                     El   oficleido


En manos habilidosas, es un instrumento capaz de cubrir un amplio campo de sonidos (más de 4 octavas) y extraordinariamente ágil.
Existen varias afinaciones dentro de las tubas; las más comunes son Fa, Mi♭, Do o Si♭.
La tuba más común es la tuba contrabajo, afinada en Do o en Si♭. Las siguiente por orden de tamaño es la tuba baja o Bombardón, afinada en Fa o en Mi♭, una cuarta o quinta más alta que la contrabajo.


   

  El bombardino, también llamado tuba tenor, es otra octava más agudo. Afinado en Si♭ o en Do. En este último caso se denomina también tuba francesa.




    La tuba puede llegar a tener hasta seis pistones o válvulas (cuatro de digitación normal más dos de transpositores de medio tono y tono de afinación), aunque las más comunes son las que tienen cuatro. También se fabrican modelos de tres válvulas, aunque suelen ser para principiantes. Algunos modelos especiales tienen sólo dos válvulas. Nótese que a pesar de tener tan reducido número de pistones, la tuba abarca un espectro tan amplio de sonidos porque con cada posición de los pistones se pueden tocar notas diferentes según la forma y fuerza de hacer vibrar los labios del instrumentista en cada cambio de pasaje o tesitura, respectivamente.


    

      Su sonoridad está más cercana a la trompeta, pero suele usarse como bajo del subgrupo de los trombones en la orquesta. Su timbre es oscuro y su sonido retumba. Tiene un espectro agudo más amplio que otros instrumentos de metal de tesitura baja, aunque lo más característico es su pesado y lento sonido.






Grandes Obras:

-Berlioz: Sinfonía Fantástica.
-Mahler: Sinfonía Nº I.
-Mussorgski-Ravel: Cuadros de una exposición (solo de tuba en Bydlo).
-Stravinski: La consagración de la primavera.
-R. Strauss: Don Quijote.
-Casella: Sinfonía, Op. 63.
-Vaughan Williams: Concierto para tuba bajo y orquesta.
-Gershwin: Un americano en París.


      

       El sonido potente y la presencia de la tuba confina a este instrumento (por lo general, único) a la última fila, junto a los metales y las percusiones, a la izquierda o a la derecha del director, es indistinto, pero siempre junto a los trombones.

Su partitura se escribe con los sonidos reales, ya que muchos compositores no especifican el tipo y afinación del instrumento que pretenden. Tiene las mismas características e inconvenientes de agilidad que los trombones en lo que se refiere a frullatos, víbrato, sordina, legato y staccato; cuanto más se desciende al grave, más "perezoso" y pobre en agilidad se vuelve la emisión de su sonido. Exige un esfuerzo de ventilación considerable dado que los pistones tienen que recorrer un camino más largo para abrir y cerrar las correderas (inconveniente que se suma al de la interpretación). Puede dar vida a emociones terribles y dantescas o aportar humor y un tinte grotesco. También es propicio para crear climas misteriosos y mágicos.




                                 

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